Movimientos Sociales y construcción política

Por Ariel, del PG/MBL/Asitracop

Nuestros compañeros son los luchadores por el socialismo, más allá de su identidad partidaria, más allá de nuestras diferencias. Y esto es así pues en las luchas nos encontramos y nuestros enemigos son los mismos. La clase obrera necesita para cumplir con su rol histórico, el de terminar con la sociedad de clases, de un polo socialista y revolucionario fuerte, ampliamente desarrollado en su seno y con decisión de construir poder obrero y popular. No apresuramos opinión sobre las formas que debería tomar ese polo revolucionario y socialista, concebido como unidad de la izquierda revolucionaria; ¿Será un solo partido, un movimiento, una alianza u otras formas? 

¿Será una coordinación permanente? Seguramente, como siempre ocurre, la realidad será más rica que cualquier teoría. La cuestión germinal, entonces, es cómo generar las condiciones subjetivas. Y es allí donde comienzan las responsabilidades de los revolucionarios para tratar de abordar con humildad, con sabiduría y en relación dialéctica los procesos históricos. Para nosotros, la lucha por la reivindicación de los derechos de los trabajadores y el pueblo no produce en sí misma conciencia revolucionaria. Hace falta el factor político. En el fragor de la lucha económica, la organizacion revolucionaria debe ir vinculando las mismas con la lucha política, elevando el nivel de conciencia de la clase, para llevarlo “de clase en sí a clase para sí”.

Aparece entonces un debate hoy vigente en diversos sectores de la izquierda y en especial en el movimiento piquetero y las asambleas populares. Es la confusión entre partido y movimiento. Suele asignarse al movimiento social el rol de partido o al partido el rol de éste. En este sentido podemos afirmar la necesidad de considerar al movimiento piquetero como independiente de los partidos revolucionarios. Son niveles diferentes de acumulación. En aquel lo que prima es la lucha económica, orientada hacia una política del cambio social. Sus miembros tienen toda la heterogeneidad que tiene la clase en determinado momento histórico concreto. En la organización revolucionaria lo que prima es la formación y voluntad revolucionaria unida a una disciplina conciente y asumida en función de los objetivos acordados democráticamente en su seno.

Las dificultades en concebir la política de alianzas del movimiento piquetero surgen a nuestro juicio de no visualizar la diferencia de roles antes expresadas. También suelen surgir de la necesidad personal de los liderazgos de poder jugar en política, lo que muchas veces lleva al marchismo y al reunionismo superestructural, que debilita el trabajo en los barrios y la política de formación de cuadros. Para el MBL es prioritario llevar la lucha y la confrontación a los barrios. Es en los lugares donde la militancia piquetera puede dar batalla en mejores condiciones. 

Es allí donde sus cuadros pueden liderar la barriada, en lucha por sus reivindicaciones, y enfrentar la represión, pudiendo regular la confrontación con las fuerzas represivas, en forma dinámica según las condiciones subjetivas de la masa, los aspectos cuantitativos y cualitativos de la correlación de fuerzas para el enfrentamiento, y la topografía conocida que permite sostener una dinámica de frentes según decisiones previstas o improvisadas. También mejora la correlación de fuerzas, pues permite recurrir a la creatividad de las masas involucradas. 

Esta política tiene como consecuencia el crecimiento político de los cuadros que deben involucrarse a fondo con las bases. Y finalmente contribuye a resolver una cuestión estratégica para los revolucionarios, que es la inserción en la clase obrera ocupada, hoy en manos de los sectores burocráticos. Desde estos criterios podemos avanzar en la conformación de un organización popular de lucha por el Derecho A La Vida digna Y Contra El Hambre Y La Desocupación. Este será un lugar de encuentro con otros sectores piqueteros, asambleas barriales, movimiento obrero no burocrático,estudiantiles, etc.

Desde las organizaciones revolucionarias una de las mayores confusiones, creemos que es la política de alianzas de las mismas, dicho esto con respeto y con el solo afán de aportar al debate. Es este a nuestro juicio uno de los motivos fundamentales de las desviaciones socialdemócratas que terminan destruyendo a las organizaciones. Nos referimos a las alianzas con sectores de la burguesía y de la izquierda socialdemócrata electoralista funcional a la misma. La misión fundamental de las fuerzas revolucionarias es lograr la hegemonía dentro de la clase, con el objetivo que esta ejerza su hegemonía sobre otras clases y capas sociales, de forma de garantizar el fin fundamental que es la conquista del poder. 

Hacer esta alianza a destiempo es poner a la clase y a los revolucionarios a la cola de la burguesía. que se entienda que nosotros no renegamos de las experiencias acumuladas en la busqueda de la herramienta necesaria para la construcion de espacios de unidad que nos lleven al tan ansiado cambio social, pero estas politicas de alianzas terminan generalmente en actitudes electoralistas y hegemonistas que solo llevan a la frustración de la clase y la perdida y dispersión de los cuadros revolucionarios. Pero somos concientes que todo nuestro cuestionamiento no nos solucionara nada por si solo, la praxis y no solo la proclama es la que nos llevara a la victoria. por eso hoy luchamos para construir poder popular e instar a todos los oprimidos por el yugo imperialista a aunar esfuerzos y estar prestos para la lucha por el cambio social." 

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